Cirugía reconstructiva en Andorra
Reconstrucción mamaria en Andorra
La reconstrucción mamaria es una intervención reconstructiva que ofrecemos en nuestra clínica en Andorra con el objetivo de corregir las secuelas que deja la cirugía del cáncer de mama (mastectomía) y sus tratamientos coadyuvantes (radioterapia). Se reconstruye la mama de la mujer, asemejándola lo máximo posible a la original. Además de reconstruir el pecho perdido, se reconstruyen la areola y el pezón.
Existen diferentes métodos de reconstrucción mamaria:
- Reconstrucción mamaria con expansores tisulares: se coloca una válvula bajo la piel, donde se introduce suero salino una vez a la semana durante varias semanas hasta conseguir rellenar el expansor. Así, la piel se va dando de sí hasta conseguir el volumen deseado, momento en el cual se sustituirá por una prótesis definitiva.
- Reconstrucción mamaria con el método del colgajo dorsal ancho: se usa la piel y un gran músculo de la espalda para reconstruir la mama. Esta técnica puede ir asociada al uso de prótesis o lipofilling.
- Reconstrucción mamaria con el método de colgajos microvasculares: se hace un trasplante de tejidos propios. Proporciona unos resultados más naturales y duraderos.
Nuestros profesionales en cirugía reconstructiva de Andorra te asesorarán de forma personalizada para escoger el método, en función de cada caso, para obtener el mejor resultado.
La reconstrucción mamaria busca corregir las secuelas que deja la cirugía del cáncer de mama (mastectomía) y sus tratamientos coadyuvantes (radioterapia). Por lo tanto, la mayoría de mujeres que han sido sometidas a una mastectomía puede realizarse una reconstrucción mamaria.
El procedimiento de reconstrucción de mamas se realiza bajo anestesia general.
La intervención reconstructiva de mamas suele durar entre 1 y 2 horas.
Los primeros días la paciente está hospitalizada para controlar el posible dolor después de la cirugía. Poco a poco, empieza a levantarse y caminar distancias cortas. A mediados de la primera semana es probable que se pueda ir a casa, donde seguirá la recuperación.
Habrá que programar consultas para controlar los drenajes e ir incrementando la actividad y la movilidad, sin excedernos.
Durante la tercera semana, después de la intervención, las personas con empleos poco exigentes a nivel físico podrán volver a su trabajo habitual.
La quinta semana casi se habrá conseguido volver a la normalidad, aunque todavía es normal sentir dolores.
Al final de la sexta semana, después de la intervención reconstructiva de mamas, es posible que se pueda volver a la vida normal.
En cuanto a la sensibilidad, los nervios de algunas pacientes se regeneran espontáneamente, de manera que recuperan la sensibilidad. En otros casos, cuando es posible, para incrementar la sensibilidad tras la intervención se puede conectar el nervio intercostal a un nervio sensitivo del abdomen, obteniendo así una mayor sensibilidad.
Algunas complicaciones asociadas a la reconstrucción mamaria son hematomas, seromas, asimetrías, necrosis grasa…
Si en la reconstrucción se emplean implantes, existe la posibilidad de que se infecten. El problema más común relacionado con los implantes es la contractura capsular, sobre todo en aquellos casos en los que la paciente reciba radioterapia.